Entre nuestras colecciones, el arte cinético ocupa un lugar especial, invitando a descubrir cómo el movimiento, la luz y la percepción se convierten en protagonistas de cada obra. Aquí, la mirada del espectador no solo observa, sino que activa y transforma la experiencia artística.
El arte colonial guarda en cada trazo la memoria de un encuentro entre mundos.
En nuestra colección, estas obras revelan la fusión de tradiciones europeas con expresiones locales, dando forma a un estilo que refleja tanto el poder de la época como la riqueza cultural de los territorios donde floreció.
Obras donde la técnica impecable, la búsqueda de la belleza ideal y la fidelidad a los cánones clásicos conviven en retratos, escenas históricas y visiones mitológicas que marcaron el arte del siglo XIX. Cada pieza es un testimonio de disciplina, rigor y elegancia, que hoy nos permite apreciar la perfección de una época.
La conformación de una colección tiene su inicio en aquellos objetos, obras, documentos y piezas que generan una especial conexión afectiva con el coleccionista, que le imprime sus propias valencias. La afición por esta práctica debe hilarse coherentemente con la tipología de la colección que se desea conformar en el tiempo. De esta manera, los ejes temáticos se perfilan con las características que tienen los objetos y la historia que cada uno posee como lugar de memoria.